Cuerpos marchando en letárgica agonía a lo largo de los interminables pasillos, devastados por psicofármacos neurocidas, balbuceando y babeando, con la mirada y los gestos apagados. Sórdidas "salas de contención" donde se retuercen almas anónimas, inyectadas, desnudas, golpeadas. Seres desechados por sus familias y reducidos al papel de "enfermos" por el diagnóstico psiquiátrico, por la palabra totalizante, que nombra y condena. Seres sacrificados en nombre de un gran fraude llamado Normalidad... Sacrificados por ser incapaces de adaptarse a las reglas de esta miserable puesta en escena que es el Mundo Real.
La primera fotografía fue tomada en el año 2010 en el Hospital Borda. Las otras tres en el Hospital Neuropsiquiátrico Provincial de Córdoba en el 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario